Facilitación del aprendizaje individual

Publicado el día: 2020-08-21

Elementos intervinientes en la facilitación del aprendizaje individual
En el contexto de facilitar el aprendizaje, tres son los elementos esenciales a tener en cuenta por parte de la tutoría:
1 la tarea;
2 el proceso;
3 la imagen de sí mismo.

La tarea es el punto principal de unión entre e/la participante y la tutoría ya que, en torno a los objetivos de aprendizaje y las diversas actividades que contempla un programa de formación, la tutoría facilita el camino a transitar, ayudando a las personas a adquirir las competencias que se proponen lograr. La tarea constituye el hilo conductor del trabajo conjunto y es a partir de la tarea que la tutoría puede desarrollar su función de apoyo y retroalimentación al proceso de aprendizaje.
El segundo elemento esencial y complementario del anterior es el proceso. El proceso se define como lo que la tutoría, en su rol de facilitadora, hace para ayudar al/a la participante a aprender de manera eficaz (o sea, realizar la tarea). El/la tutor/a puede poner en marcha una variedad de acciones, tales como: informarse, planificar, decidir, ejecutar, aclarar conceptos, proponer ideas, resolver problemas, controlar la participación, estimular la expresión de opiniones, evaluar, retroalimentar, pero para lograr que el apoyo sea efectivo y continuo la tutoría debe evidenciar que posee la capacidad clave de escuchar/leer lo que dice y hace el/la participante.

El tercer elemento presente en la facilitación es la imagen que el/la tutora tiene de sí mismo. Ser consciente de las propias fortalezas y debilidades y reconocer cómo se actúa, es un aspecto transversal que caracteriza el accionar de la tutoría tanto en la tarea como en el proceso y se concreta en la forma y tipo de ayuda que brinda a los individuos y los grupos para que aprendan de manera eficaz.
Integrar estos tres elementos y sintetizarlos en la práctica hace que un tutor/a sea capaz de apoyar a los/las participantes a que sean más productivos. También ayuda a ir mas allá de la situación inmediata, a veces yendo hacia atrás, a las etapas iniciales de la relación, a veces anticipando las posibles consecuencias de lo que sucede en el momento.

Detección de necesidades para el aprendizaje individual
La tutoría a distancia cuenta con, al menos, tres vías para detectar necesidades de apoyo para el aprendizaje individual:
1la necesidad expresa;
2 las dificultades de aprendizaje;
3 el tipo de interacción con los contenidos.

La necesidad expresa de ayuda por parte del/de la participante es sin duda la vía más valiosa para la tutoría. Sin embargo, dada la mediación de la distancia y de la tecnología, así como el propio carácter del participante, no necesariamente es la más frecuente.
Ya en la formación presencial se verifica cómo algunos/as participantes se destacan por exponer sus dudas, solicitar mayor detalle, ejemplos, manifestar inquietudes sobre la consistencia de la información o sobre su aplicación a una realidad concreta, etc. Situaciones similares se producen en el espacio virtual de aprendizaje, lo cual proporciona indicaciones a la tutoría para detectar quiénes son las personas que menos recurren espontáneamente a la solicitud de ayuda (para comprender, elaborar, interpretar, ampliar, profundizar o contextuar la información brindada en el material de aprendizaje) o cuántas personas manifiestan sus opiniones valorativas sobre el funcionamiento del proceso.